Algunos consejos sobre la lactancia

  • 24
  • Feb
    2021
Algunos consejos sobre la lactancia

Si la madre ha decidido dar pecho al bebé, tendrá más posibilidades de éxito si la lactancia comienza en la primera hora de vida del bebé. Posiblemente, sólo tomará unos milímetros de calostro. Esta sustancia precede a la leche, es más densa que ésta, tiene un color amarillento y es extremadamente nutritiva, además de aportar al bebé defensas contra muchas enfermedades infecciosas. Es posible que la subida de leche tarde un poco, pero mientras, las mamas segregan calostro que contiene todos los nutrientes que el bebé necesita. Aunque la decisión sea alimentarle con biberón, es conveniente ponerle al pecho cada tres horas desde el primer día para que tome el calostro.

El recién nacido dispone de una serie de reflejos que le ayudan a adaptarse de forma óptima al nuevo ambiente. Uno de estos reflejos es el de succión, por eso el bebé chupa en cuanto nota cualquier roce en los labios. Aunque el bebé dispone de este reflejo, no se alimenta correctamente porque traga aire, suelta el pezón de vez en cuando sin desearlo y le sale leche por las comisuras de los labios. Por eso, resulta imprescindible seguir unas pautas mínimas para que el lactante se alimente de forma adecuada y placentera.

Antes de comenzar la toma se debe preparar todo lo necesario para tenerlo a mano. La higiene de las manos y los pezones es imprescindible y, si la madre sospecha que puede estar acatarrada, conviene ponerse un pañuelo o mascarilla en la boca.

Es importante evitar que algo o alguien interrumpan durante el amamantamiento. Si es posible, la toma se realiza siempre en el mismo lugar, garantizando un ambiente tranquilo y silencioso, o bien escuchar una música relajante de fondo. La postura debe ser cómoda para la madre y para el bebé, de forma que el pequeño pueda acceder con facilidad al pezón.

La madre mete el pezón completo en la boca del bebé para que no trague aire y presiona el seno con un dedo para que respire cómodamente por la nariz, evitando la realización de movimientos bruscos. Es muy importante que se encuentre relajada y, si el bebé está inquieto, puede hablarle con dulzura mientras le acaricia. Si al terminar la toma, el pequeño no suelta el pezón, un buen truco consiste en acercar el dedo meñique al extremo de la boca para que intente succionarlo.

Concluida la toma, se coloca al bebé en posición erguida para que expulse el aire, por ejemplo, colocando su cabeza sobre el hombro del adulto, alternando el lado después de cada toma.

Los lactantes alimentados con pecho demuestran que están tomando la cantidad necesaria si aumentan el peso suficiente cada semana y se muestran activos y alegres.

Durante el período de lactancia la madre debe evitar los alimentos fuertes, el consumo de alcohol, de medicamentos y otras sustancias que, a través de la leche, sean nocivas para el bebé. Las emociones negativas de la madre, como el estrés, la depresión o la ansiedad, si se mantienen durante largos períodos, también pueden perjudicar al bebé.

Si, con posterioridad a los primeros días de vida, se alimenta al bebé con biberón, los consejos son muy parecidos en cuanto a la higiene y la prevención de contagios víricos.

El biberón y la tetina deben esterilizarse previamente. Se preparan las cantidades exactas de agua y de leche indicadas por el Pediatra, se comprueba que la leche sale bien por la tetina porque no se ha acumulado aire en el interior, y que la temperatura es la idónea. La temperatura se puede comprobar echando unas gotas en la cara interior de la muñeca del adulto.

Como en el caso del pezón, hay que procurar que la tetina entre bien en la boca del bebé para impedir que trague aire, pero sin meterla demasiado. Manteniendo el biberón un poco inclinado también se evita la entrada de aire porque la tetina se llena de leche. Conviene hacer un pequeño descanso aproximadamente en la mitad de la toma para que, si es posible, el bebé expulse el aire.

Como en el caso de la alimentación con leche materna, hay que garantizar que nadie ni nada interrumpa la toma, que el ambiente sea relajado y tranquilizar con caricias afectivas y palabras cariñosas al bebé cuando esté inquieto. Después de terminar el biberón, se apoya al bebé sobre el hombro para que eructe.

Los padres debéis saber que los bebés alimentados con leche materna, a partir del segundo o tercer mes, parecen ganar menos peso y menos talla de la adecuada según la gráfica de percentiles. Durante algunos años, los pediatras han recomendado en estos casos añadir suplementos de leche artificial con la convicción de que la producción de leche materna era insuficiente. Actualmente, la mayoría de pediatras consideran que el patrón de crecimiento en peso y talla de los bebés alimentados con leche materna es sencillamente diferente de los que toman biberón. Esto no significa que están peor alimentados, ni mucho menos, porque los nutrientes que toman están más adaptados a sus necesidades y son más equilibrados. La diferencia en la talla tampoco indica que se mantenga en el futuro. Sin embargo, según los resultados de diferentes estudios, se ha comprobado que el exceso de peso de los lactantes que toman biberón puede convertirse años después en riesgo de sufrir obesidad.

La Organización Mundial de la Salud recomienda –siempre lo ha hecho- la lactancia materna, porque es el alimento más adecuado, contiene nutrientes que no se encuentran en las leches artificiales y aumenta la defensa del bebé frente a las infecciones. Esta Organización desarrolla un proyecto para elaborar nuevos gráficos de percentiles porque los actuales tomaron como referencia el crecimiento de lactantes alimentados con biberón, por lo tanto, no son del todo válidos, ni son referencia idónea para el seguimiento de los bebés que toman leche materna.

Pecosetes, centro infantil bilingüe de Granada pone a vuestra disposición este texto elaborado por el equipo pedagógico de la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE) con la asesoría de Marisol Justo de la Rosa, relacionado con la educación y las guarderías, la crianza de vuestr@s hij@s, buenos hábitos en casa y en la guardería o escuela infantil.

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