¿Qué hacer para preparar la llegada del hermanito?

  • 09
  • Feb
    2021
¿Qué hacer para preparar la llegada del hermanito?

Se ha hablado mucho de la llegada de un@ herman@ menor como la primera crisis de celos y se considera esta circunstancia como una peligrosa catástrofe para el mayor. En realidad esta crisis no cobra las dimensiones de catástrofe, a no ser que las familias cometan una serie de equivocaciones, entre las que cabe destacar el alejar al niñ@ o privarle de ciertas ventajas a causa del bebé.Para hacer frente al trabajo adicional que supone la llegada del bebé, se puede caer en el error de aprovechar esta circunstancia para mandar al niñ@ a la casa de los abuel@s, privarlo de su habitación, pedir que otras personas se encarguen de llevarle al colegio, etc. El niñ@ no alcanza a comprender estos cambios y ante ellos se siente impotente. Percibe esto como un abuso y experimenta cierta hostilidad hacia el recién nacid@, haciéndole culpable de todos su males.

Estos errores que se pueden cometer provocan que el niñ@ se sienta relegado o rechazado y pueda creer que ya no se le quiere, inquietud que es mucho más fuerte en l@s niñ@s que tienen un carácter introvertido. También puede traducirse por una tendencia desesperada por recobrar el cariño de la familia. Con mucha frecuencia aparecen conductas de regresión a una fase más infantil: vuelve a chuparse el dedo, a hacerse pis en la cama, no querer comer ni vestirse solo para que su madre lo ayude como si fuera un bebé, etc., todo por la idea que se forma de que al bebé le quieren más.

En ningún caso deben burlarse ni ridiculizarlo por sus comportamientos en esos momentos, sería cruel por su parte y absurdo. La angustia, la hostilidad y la incomprensión que siente el niñ@ en esas circunstancias son muy dolorosas y lo que necesita en este momento es sentirse querid@, protegid@ y segur@.

Los celos no son los únicos sentimientos que el hermanit@ provoca en el niñ@, las manifestaciones de hostilidad pueden darse la mano con un auténtico afecto por el bebé. No se extrañen si los gestos y sentimientos se alternan en una contradicción que no es más que aparente. Algunas veces expresa oralmente signos de rivalidad hacia el bebé (podéis tirarlo, mejor lo regaláis, etc.), estas expresiones no deben preocupar excesivamente. Por una parte, para él no tienen el mismo significado que para los adultos, y por otra parte, se presentan como una descarga emotiva verbal más que un deseo de llevarlo a cabo. Conviene escuchar estas declaraciones del niñ@ sin reprenderlo en exceso, ya que lo único que conseguirán es aumentar su angustia.

También puede darse el caso de que el niñ@ no manifieste abiertamente su inseguridad por la llegada del hermanit@. Las familias deben estar atentas a cualquier señal: comportamientos exagerados para atraer su atención, pesadillas u otras alteraciones del sueño, falta de apetito, estreñimiento, etc. Estos son sólo síntomas de la alteración emocional que está viviendo el niñ@ y, más que tratar estos síntomas, hay que atender a los sentimientos que los provocan.

Por este motivo, las familias conscientes del riesgo, deben preparar al niñ@ para la llegada del nuev@ hermanit@. Si la madre va a seguir un programa de educación prenatal, es aconsejable que implique al niñ@ en el programa, pidiendo que le hable al futuro bebé mientras acaricia suavemente el vientre de la madre o cualquier otro tipo de ejercicio aconsejable dentro del programa que esté realizando la madre. También pueden hablar con él sobre las ventajas e inconvenientes de la presencia del bebé, destacando por supuesto las ventajas, pero sin eludir los evidentes sinsabores.

Además de implicarle en los preparativos del nacimiento y en los cuidados del bebé una vez que éste ha llegado a la casa, el niñ@ debe tener la certeza absoluta de que las familias le siguen queriendo y que le prestan la atención que necesita. Es muy importante que conozca e interiorice el nuevo rol que tiene en la familia, es “el hij@ mayor” y nadie más puede ocupar su puesto. Motívenle para que se sienta orgulloso en su nueva posición y procuren estimularlo para que demuestre sus capacidades y habilidades de “mayor”.

Cuando falta poco tiempo para la llegada del hermanit@ o bien cuando éste acaba de llegar a casa, no es un buen momento para grandes cambios: pasar de la cuna a la cama, escolarizarlo por primera vez, quitar el pañal, cambiar de domicilio o de centro escolar, etc. Es mejor que prevean estas circunstancias con antelación o dejen los cambios para más adelante, cuando el niñ@ haya recuperado la confianza y la estabilidad emocional.

Prueben a confiarle pequeñas responsabilidades en cuanto al aseo, la comida o la vigilancia de su herman@; le implicarán personalmente en la educación del bebé, además de estimular el desarrollo de los rasgos de personalidad propios del primogénito.

Con estas sencillas precauciones, los celos no tomarán un carácter angustioso para el niñ@ y fácilmente podrá superar este período.

Estas reacciones son ligeras y poco duraderas en la mayor parte de los niñ@s. No suelen experimentar rivalidad fraterna los niñ@s menores de dieciocho meses, ya que todavía no son lo suficiente conscientes. Los que mejor superan la llegada del bebé son los niñ@s mayores de cinco años y los que peor lo pasan son los de edades comprendidas entre los dos y los cinco años porque en este período aún no han superado el complejo de Edipo, siendo ésta una edad difícil para el equilibrio afectivo. Siempre se ha dicho que el espacio ideal entre dos hij@s es entre dos años y medio y tres, esto es comprensible desde el punto de vista material en el sentido de que el niñ@ comienza a ser más autónomo y a valerse por si mismo pero, desde el punto de vista afectivo, es necesario que las familias tomen las medidas oportunas para evitar el conflicto de los celos hacia el bebé.

Una buena comprensión por parte de las familias de los sentimientos que está experimentando el niñ@, ayudará mejor que ningún consejo a encontrar la solución adecuada y oportuna.

Pecosetes, centro infantil bilingüe de Granada pone a vuestra disposición este texto elaborado por el equipo pedagógico de la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE) con la asesoría de Marisol Justo de la Rosa, relacionado con la educación y las guarderías, la crianza de vuestr@s hij@s, buenos hábitos en casa y en la guardería o escuela infantil.

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